Leo que las 100 personas más ricas de España lograron en 2022 tener un 37% más de dinero que en 2021. Un 37% más. A estos lo del aceite les suena a chiste, claro. El que más tiene es Amancio, el de Zara –no el del Madrid que en paz descanse–, que tiene 81.800 millones de euros. A mí las cifras así a plomo no me dicen gran cosa. Necesito baremos. Yo cumplo 51 años en 10 días, así que segundo arriba segundo abajo he vivido ya 1.608 millones de segundos. Esto significa que Amancio tiene 50 euros por cada segundo de vida que llevo en la Tierra. Esto, la verdad, me reconforta, porque a Amancio siempre le he visto cara como de triste. Ahora, en cambio, si me pongo a pensar aquellos ratazos que me tenía esperando mi madre en el coche en doble fila mientras ella iba a comprar un jersey o algo y pienso que en esos 10 minutos Amancio ganó 30.000 euros pues me llena de satisfacción, María Luisa. El mundo es así: mientras unos nos aburrimos otros se hacen de oro. Y no pasa nada. Ya quisiera Amancio mis articulaciones, ja. O mis ojos. Nada, nada, quédate con tu pasta. El caso es que lo de euros ganados por segundo me impresiona, aunque quizá no tanto como eso que leí hace un tiempo de que el 1% más rico del planeta causa el 16% de la contaminación y que el 10% más rico causa el 50%, así que tipos como estos encabezan año tras año con su estilo de vida –aviones, yates, viajes, inversiones financieras, etc, etc– los rankings de tipos más sucios del mundo, que es un ranking que también deberían publicar para que veamos que no es oro todo lo que reluce. Usted, con sus 2.500 millones de segundos vividos y sus 79 años y sus 0,000002 euros ahorrados por segundo vivido y una pensión de mierda recicla cada día y hace usted bien. Gracias a usted, el mundo es menos sucio de lo que lo deja esta banda de apandadores . Y no diga nada, que le llamarán envidiosa. Calle, recicle y compre. Y punto.