Es un debate recurrente que anima muchas sobremesas y rellena lagunas de conversación. Fue el pianista y compositor argentino Rodolfo Sciammarella (1902-1973) el que escribió la letra de la popular canción: “Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. / El que tenga esas tres cosas / que le dé gracias a Dios”. Para mantener la rima de la copla está bien, pero ¿el orden de prioridades de todas las personas es ese? Quiero decir, ¿lo principal es disfrutar de salud, luego amasar dinero y, por último, disfrutar del amor? Tengo un amigo que niega la mayor y defiende con mucho énfasis que lo más importante es el dinero; que con una buena cuenta en el banco afrontas un problema serio de salud saltando las listas de espera, recurriendo al mejor especialista y a los más avanzados tratamientos; y que, llevado al extremo, hasta puedes comprar amor de compañía. Finaliza diciendo que tener salud no te garantiza ni disponer de dinero ni que te quieran más.

Mi amigo se va a cargar de argumentos después de leer las conclusiones del estudio Determinaciones sociales de la salud en Navarra elaborado por el Gobierno foral. Los datos recogidos apuntan a la influencia directa del nivel de ingresos en la salud física y mental de los ciudadanos. Hablamos de trastornos como obesidad, diabetes, depresión o ansiedad entre los menos pudientes. En cifras, el informe señala que quienes ganan menos de 18.000 euros al año presentan peor estado de salud. En resumen, que la probabilidad de padecer determinadas enfermedades es menor entre quienes disponen de mayores ingresos. Está claro que el dinero ayuda a vivir mejor, aunque a alguno le haya arruinado la vida. De todo hay.

Otra información del día viene a avalar las tesis de mi amigo. Me refiero a esa que señala que la tasa de emancipación juvenil en Navarra ha caído hasta el 15,5%; o sea, que casi nueve de cada diez hijos e hijas siguen viviendo en el domicilio familiar, más que por capricho porque alquilar una vivienda les supone el 58,1% del salario. ¡Como para no caer en la depresión o plantearse un proyecto en pareja...! ¿Y dónde queda el amor?

Conocido el informe del Gobierno, los grupos parlamentarios observaron la necesidad de tomar en cuenta en la elaboración de la Ley de Salud la influencia del factor socioeconómico en el estado de las personas. Igual hay que cambiar la letra de la canción...