El que aquí escribe -y firma muy a disgusto esta carta- fue uno más de los muchos damnificados por una empresa que hace tiempo cerró sus puertas, afortunadamente.

Me estoy refiriendo a Uscal, ingeniería mecatrónica, una empresa que… Sí, un escándalo tras otro….

Por cierto, la página web de aquel socavón sigue abierta hoy en día… ¡Misterios del directo! Ojo, mi antivirus indica: “lugar no seguro”, será por algo.

Socavón que se queda ahora para los demás… La tal ingeniería -otrora el buque insignia del despropósito- se fue a pique. Hasta aquí sigue, con sus más e -insisto, muchos menos-, el patrón de otros naufragios.

Estimado lector, ¿buscas algo que te incomode?, pues sigue, sigue leyendo.

22.860.533 euros 'olvidados'

Seré breve. 22.860.533 euros “olvidó” dicha empresa por el camino… Apreciado lector, sí, lo que oyes. La “meritada sentencia” -cuando al tiempo salió- condenó a propietarias, gerente y asesor financiero al pago de 987.375,85 euros, rebaja tras rebaja. (¡Ojo al dato!, suma a abonar entre todos ellos).

Algo no cuadra, ¿no? Ahora sale la última burla a flote, un nuevo descuadre de Uscal, la última frontera...

Según sentencia nº 11/2022 (Concurso calificado como culpable según procedimiento concurso ordinario 91/2020 del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Pamplona), el bailarín principal de aquel circo debía abonar 582.375,85 euros. Esto es, le condenaba al pago del 10% del déficit concursal. Pago que -y nadie se explica cómo- queda mediante Auto 39/2024 en 65.000 euros. Número redondo.

A quien corresponda o, a quien…, o tal vez no cayó en la cuenta en ello… ¡Faltan 517.375 euros! ¡Ojo!, con ochenta y cinco céntimos, las cuentas claras. Lo digo por si a quien corresponda o, a quien… (…) no se ha dado cuenta…, que en el caso que nos ocupa todo puede pasar… 

La ética se rinde ante la conveniencia una vez más…