Cuando hablamos de que ya es hora de acabar con la zonificación del euskera lo más suave que nos dicen los euskarófobos de turno es que queremos imponer esta lengua y discriminar a gran parte de la población para tener una posición de ventaja y sacar tajada a la hora de conseguir un empleo público.
Me gustaría saber si también consideran prepotentes y sacacuartos a los miembros de Comisión de Expertos del Consejo de Europa que acaban de decir que la zonificación es el principal obstáculo que tiene el euskera en Navarra para su desarrollo y que habría que aumentar el número de empleadas-os públicos que puedan ofrecer su servicio en esta lengua.
Estas son dos de las recomendaciones que recoge el sexto informe sobre el cumplimiento de la Carta Europea de las lenguas regionales o minoritarias firmada por España en 2001 y, aunque lo que dice es muy interesante y coherente, lamentablemente, no es vinculante. Lo mismo que ocurre con el Consejo-florero Navarro del Euskera.
El informe dice también que en el Estado hay muchas asignaturas pendientes, la más evidente en Justicia, un ámbito de la administración donde el uso de las lenguas cooficiales y minoritarias no está garantizado. Habla de la conveniencia de seguir avanzando en la oferta educativa y señalan, por ejemplo, la necesidad de eliminar las limitaciones que impuso el PP para usar el gallego en asignaturas como matemáticas, física, química o tecnología. También muestran “gran preocupación” ante la sentencia que obliga a extender el 25% de castellano en todos los colegios de Catalunya.
Albert, René, Aline, Jarmo, Maxime y demás miembros de la Comisión de Expertos: gracias, pero no creo que os hagan mucho caso.