Sex in the city. Cuando la serie se emitió en los 90 a muchas nos atrapó la sensación de libertad y el empoderamiento que emanaban las cuatro protagonistas mientras atravesaban Nueva York sobre tacones de 10 cm. compartiendo anécdotas sexuales y dudas sentimentales o profesionales. Recordándola con cariño en 2024 vemos que reflejaba mucho del privilegio blanco, occidental y de clase alta y nada de los micro y macroproblemas femeninos del resto, trágicos o cómicos.
¿Te ves representada en películas y series? Si un personaje es lesbiana aún se espera que explique el hecho de que le atraen las mujeres. A una actriz negra la llaman para hacer de inmigrante o de prostituta. Todavía cuesta que sean una arquitecta o una carnicera cuya tendencia sexual o color de piel constituyan lo mismo que ser alta o llevar pelo corto.
¿Y las mujeres en la música? Las que forman bandas, las raperas, las bajistas, se abren paso a machete en una jungla masculina. Lo han firmado más de 150 músicas de la escena vasca en contra de Alex Sardui por asegurar que no hay discriminación en su sector.
¿Qué tal en la pintura, la escultura, la videocreación? Aulas de Bellas Artes llenas de mujeres. Salas de profesores y libros de arte repletos de hombres. Las estudiantes afirman que en general ellas se exigen diez veces más que sus compañeros porque está constatado que llegar a cierto nivel les va a costar más.
Teniendo en cuenta que las mujeres somos quienes más cultura consumimos y al menos la mitad de quienes la generamos… Esto es un tema. Sobre él estamos trabajando en #Parabolikak. Se trata de un proyecto genial y necesario parido por la entidad cultural Karraskan que nos ha convocado a once mujeres creadoras muy diversas en todo, edad, definición o no de género, cultura y profesión. Artistas plásticas, raperas, bertsolaris, investigadoras, escritoras, ilustradoras digitales... Es un regalo formar parte de esto. Aquí sí estás representada. Y vamos a intentar que sirva de algo.