Síguenos en redes sociales:

Café bebido

Reyes Ilintxeta

Días de viento

Días de vientoOskar Gonzalez

El viento de estos días me trae a la memoria un artículo de la siempre interesante revista de etnología Etnolan (que se puede encontrar fácilmente en internet). En un reportaje dedicado a los vientos y publicado en el número 4 explican, por ejemplo, que el viento sur en Navarra es conocido como “bochorno” y que usamos su derivado “bochornera” cuando es asfixiante o se presenta a voladas. En euskera se le conoce también como “haize hegoa” o “hego haizea”, “sargori” o “sapa”. José María Iribarren recoge en sus trabajos otras denominaciones, como “calamucano” en la Ribera o varios nombres derivados de Favonio, deidad romana que ostentaba el dominio sobre las plantas y flores, como “favoño”, “zagoño”, “fagüeño”… Aseguran que este viento no es fuerte ni constante y anda a ráfagas, como queriendo hacerse notar. Por eso del presumido y fanfarrón dicen: “Ese es más hueco que un fagüeño”. Y los aires también ayudan a predecir si viene agua. En la Ribera decían “Aire zaboño, agua en el moño”, para indicar que venía agua, pero no mucha.

El cierzo es viento norte. En la comarca de Pamplona las gentes del campo apreciaban mucho el cierzo suave de principio de verano, que traía el “bagurrin”, el olor a hayas (“bago” o “pago” es haya y “urrin” olor, en euskera.) Cuando notaban el frescor del bagurrin sabían que era el momento idóneo para aventar y separar el grano de la paja.

Y volviendo al viento sur conviene tener en cuenta que también se le llamaba “andraize” o “viento de las mujeres” porque se decía que “predispone al amor” (que digo yo que afectará igualmente a los hombres, ¿no?) y también se decía eso de “hego haize, ero haize”, viento del sur, viento de locura…