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A la contra

Jorge Nagore

Libros de papel

Libros de papelUnai Beroiz

Hay una oleada mediática de influencers gastronómicos que acaparan millones de seguidores con sus vídeos relativamente cortos de visitas a restaurantes, de elaboración de recetas o de críticas gastronómicas. Yo reconozco que trasteo a dos o tres y me gustan sus historias cortas. Me resulta especialmente agradable la idea de un tal Cocituber, que va por bares y restaurantes de precios módicos y menús del día detallando las excelencias de estos lugares en los que se puede comer sin dejarte la cartera, en contraposición con esos otros establecimientos que te puedes pegar el lujo de visitar muy de vez en cuando.

Echo de menos que no haya un influencer estrella de estos por aquí en Navarra y que haga un buen barrido por sitios de precios asequibles y seguro que buena calidad, porque aquí calidad de producto no falta, aunque sí tenemos algunos buenos influencers locales. De la misma manera, en redes hay numerosas personas colgando recetas y facilitando la vida culinaria de quienes somos bastante manocutos en el asunto y que a veces preferimos ver en una receta grabada en imagen que escrita en un libro.

Imagino que todo este boom de lo visual habrá afectado de alguna manera a la antiguamente bastante boyante industria editorial de los libros de cocina, con títulos con ventas millonarias y una variedad enorme donde elegir. Supongo –seguro– que está pasando en más campos: vídeos de 5 o 6 o máximo 10 minutos en los que te explican con detalle cualquier procedimiento a realizar, dejando inutilizados o poco prácticos montones de manuales de instrucciones o libros de cualquier tema.

Curioso fenómeno y, claro, peligroso para el ya de por sí tocado mundo editorial, que afortunadamente sigue sobreviviendo gracias a editoriales valientes que apuestan por la ficción y la no ficción. 13 de ellas mostrarán sus libros desde el miércoles que viene al domingo 27 en la Plaza del Castillo.