Nos pasa a todos y nos pasa a menudo. Las redes sociales y sus fortalezas, sus miserias y el impacto que generan nos dejan ensimismados, deseosos, asqueados o furiosos. Depende. También, en ocasiones, sorprendidos por la capacidad que tienen de vendernos humo, de vendernos nada, la nada con un lacito. La cuestión es que refitoleando aquí y allá, me he topado con una estrategia que –dice– ha ganado popularidad debido a su “simplicidad y efectividad para convertir el ahorro en una actividad accesible y motivadora”. Veo que se titula la caja mágica, un método que promete el ahorro de 10.000 euros en seis meses. Tras mucho adorno, se esconde una simple caja de madera, provista de una abertura y un tablero con 265 cuadrículas en las que aparecen números. Cuando introduces un dinero (las casillas van de 20 a 500 euros), tachas en el tablero el valor del billete y, claro, “con una rutina constante” te pones moreno de ahorrar. Basta pararse un segundo a pensar para entender que este invento en poco difiere de la hucha de cerdito de toda la vida y, como señalan muchos usuarios de las redes, hay que ganar un buen salario para alcanzar ese nivel de ahorro ya que ”si tacho la casilla que pone 200€, ese mes no como”. Y la noticia está entre las más vistas en la web del periódico…