Parece que a los arquitectos de Pamplona no les convence la propuesta firmada por tres grupos municipales para resignificar Los Caídos. Para ser justos, una pequeña parte de estos profesionales sí que entiende que el inmueble, o parte del mismo, mantiene un valor arquitectónico y ambos pensamientos formaron parte del debate que el Colegio de Arquitectos organizó esta semana.

Políticos, asociaciones memorialistas y ciudadanos en general tienen una opinión sobre la última polémica que sobrevuela Pamplona y donde algunos apuestan por tapar y retirar partes de esa edificación, otros ven imposible calificar de lugar de memoria aquello que fue construido como monumento a la victoria franquista. Mientras, en la reunión de los expertos en la proyección de edificios hubo quien calificó de despropósito la directriz política de cubrir la cúpula de Los Caídos, quienes vieron imposible dar nueva vida a ese mausoleo y apostaron por el derribo y quien dijo que el inmueble no aporta nada y su nulo valor la hace “irresignificable. Me parece un horror”. Frente a todos ellos, también se oyeron voces en defensa del valor arquitectónico del lugar. No lo veo así pero, en todo caso, no debiéramos olvidar que ese mamotreto se levantó con un propósito: loar una “cruzada” y al golpismo fascista.