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Mesa de Redacción

Joseba Santamaria

Inestabilidad estable, por ahora

Inestabilidad estable, por ahoraEFE

Quizá me equivoque, pero creo que el Gobierno de Sánchezcontará con nuevos Presupuestos para 2025. Es cierto que navega sobre la inestabilidad permanente, pero también lo es que en ese barullo en el que se construye el día a día de la política española nada es finalmente lo que parece en un día cualquiera anterior con las amenazas, advertencias y escenificaciones de unos y de los otros que conforman la actual mayoría democrática que va sosteniendo a trancas y barrancas al Ejecutivo. Cuando llegan decisiones importantes los intereses de esa mayoría se entrecruzan, ya por protagonismos cruzados entre PNV y EH Bildu, entre Junts y ERC o entre Sumar y Podemos o entre todos ellos en un guirigay de qué hay de lo mío complejo de gestionar.

Están los intereses de los territorios y las diferencias de posiciones ideológicas entre todos los grupos que conforman esa mayoría. Esa mayoría un bloque no es, porque no puede ser. Sus intereses partidistas, y a veces personales, divergentes son más que evidentes, pero sí tienden por inercia a agruparse finalmente por un interés común que se resume en que la alternativa apunta a un escenario peor para todos ellos y para sus intereses políticos y para los intereses de sus electores.

No hace falta más que ver el caos absurdo que se sucede en las diversas autonomías y ayuntamientos donde el PP ha aceptado gobernar con la ultraderecha de Vox. El PP de Feijóo está siendo una senda abierta y limpia para Vox y su apuesta diaria y semanal por el griterío es el mejor impulso para esa ultraderecha que se coloca sin esfuerzo a su rebufo esperando recoger los frutos caídos. El PP está lejos de ser una alternativa real a corto plazo en el Estado y en comunidades importantes donde ahora cogobierna con Vox está en retroceso. Y en el concierto internacional, con la UE como puente de plata, mientras el Estado ha crecido en influencia del mano del actual Gobierno, la acción política exterior del PP ha acabado una vez tras otra en fiasco.

El intento de involucrar al conjunto del PP Europeo para bloquear el nombramiento de la socialista Teresa Ribera como vicepresidenta de la nueva Comisión Europea derivó en un ridículo de alto calibre. Sigo viendo a Sánchez en el Gobierno, pero sigo viendo al Gobierno de Sánchez sin poder gobernar con un mínimo de tranquilidad, y eso también acaba desgastando con el paso del tiempo. Sobrevive, más allá del ruido mediático y judicial que atruena cada día en Madrid, porque no hay a día de hoy una alternativa posible. El PP está ahora lejos de sumar una mayoría parlamentaria sin Vox y a este paso lo tendrá más difícil aún.

Los avisos a navegantes que han lanzado esta última semana Junts y el PNV son de momento eso, aviso a navegantes –aunque el PSOE haría mal en no tenerlos en cuenta–, pero de momento la disposición política de ambos, como del resto de los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno, es negociar los nuevos Presupuestos. Tampoco económicamente le ha ido mal al Estado estos años con esta inestabilidad estable. El PP, como UPN en Navarra donde además la diferencia con Madrid es que la estabilidad institucional es estable, debiera valorarlo y reorganizar su discurso, imagen y actitud. Si juegas al todo o nada casi siempre, más en política, sale nada. No lo hará y de eso espera sobrevivir Sánchez.