Desconozco por completo la trayectoria musical y el bagaje del grupo navarro ZETAK, liderado por el compositor de Arbizu Pello Repáraz, que llenó hasta los topes dos noches seguidas el Navarra Arena las pasadas Navidades.
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La desconozco, lo poco que he oído no me gusta, tampoco es que me apasionen los espectáculos y las coreografías cuando de música se trata, pero, oye, que me alegro un montón de que sucediese lo que sucedió, puesto que los gustos personales no tienen nada que ver con esto, ya que gracias a quien sea hay gente para todo y la noticia y lo positivo y lo bonito es que un proyecto de aquí, local, ha llenado dos noches consecutivas el Navarra Arena y ha logrado emocionar y entusiasmar a la inmensa mayoría de los que allí estuvieron, más de 20.000 personas. Así que nada pintan aquí mis ritmos preferidos ni mis artistas favoritos, sino la sincera enhorabuena a Repáraz y a toda la gente que le rodea por el éxito obtenido y por el futuro que les espera por delante, sabiendo que por lo visto ha puesto el listón muy alto y que en este mundillo si difícil es llegar no lo es menos, quizás más, mantenerse allá arriba y más si pretendes mantener unos estándares creativos y de trabajo determinados.
El hecho añadido de que haya obtenido el llenazo cantando en euskera le da además un innegable valor de alguna manera reivindicativo de la lengua que durante muchos años fue ocultada y ninguneada y que a día de hoy sigue siendo mal vista por bastante parte de la Navarra castellano parlante. Afortunadamente, los tiempos van cambiando y asuntos que hace 20 años serían minoritarios hoy tienen una masa de público mucho más amplia si dan con la tecla y las corrientes musicales y compositivas que atrapen a la mayoría.
Importante hito, como importante es seguir apoyando la escena local para que sigan surgiendo bandas y compositores, llenen pabellones o bares.