En 1971
El antiguo barrio de Iturrama se encontraba en pleno proceso de transformación, y totalmente invadido por las obras. Obras de viviendas en construcción, obras de demolición de las antiguas fábricas, naves y casitas unifamiliares del barrio, y obras de urbanización, pavimentación y asfaltado. La fotografía nos muestra una perspectiva de la calle Monasterio de Urdax, que en aquel momento marcaba la frontera entre la antigua y la moderna Pamplona.
A la izquierda se ven algunas de las últimas casas supervivientes de Iturrama Nuevo donde, como nos recuerda el experto Josico García, vivían familias como los Juanche, los Garciandía, las hermanas Contín o el matrimonio compuesto por Flora Izal y Juanito Pabolleta. En el centro han aparcado una especie de tractor empleado en las obras, y a la derecha vemos un único automóvil, que según Vicente Albéniz, otro miembro del comité de sabios, es un Peugeot 203, modelo que se fabricó entre 1948 y 1960.
Hoy en día
La calle de Monasterio de Urdax muestra un aspecto bien distinto al de hace 55 años. Afortunadamente la casa de la derecha, que en Pamplona se conoce por albergar las oficinas de Tráfico, y que en el barrio es conocida como “casa de las Conchas”, nos permite identificar, sin ningún género de dudas, ambos paisajes urbanos.
Iturrama es hoy un barrio moderno y bien dotado, y su mayor problema, según los estándares actuales, es el excesivo protagonismo que recibe aún el automóvil, que debe ceder parte de esa preeminencia al peatón y a la bicicleta, para mejorar en accesibilidad y sostenibilidad. El barrio de Iturrama es resultado de numerosas intervenciones (obras) realizadas durante décadas, y las inversiones que en él se están realizando en estos últimos meses, obras de asfaltado, de ensanchado de aceras o de amabilización y calmado del tráfico, son sin duda muestra del interés que el Ayuntamiento tiene por mejorarlo. Pese a quien pese.