Paul Valery escribió La idea fija para contar lo que implica la duda cuando deja de ser un método intelectual y se convierte en locura. Si es así, mejor dudar que enloquecer, pensé. Pero si dudas estás obligado a no escribir columnas pasteurizadas, sino de riesgo, aun a costa de crearte una legión de enemistades. Pensé esto al saber que se va a poner en marcha el proyecto Building & Architecture Institute (BAI), que suena a rollo made in Chicago en plan Frank Lloyd, pero con Marca Navarra. Y me entraron dudas. Cómo cuestionar algo que hasta el nombre es imbatible, que será referencia en Europa, dicen, y que revolucionará la arquitectura y la forma de construir viviendas en Navarra. Cómo dudar de un proyecto avalado por el Gobierno de Navarra y el Estado que creará un centro para el desarrollo de la vivienda inteligente en Navarra aplicando la innovación en construcción y arquitectura. Cuesta, pero me chirría que montar este proyecto, que tiene que ver con la vivienda, logre todas las sinergias posibles mientras vivir bajo techo digno y seguro se convierta en una travesía en el desierto para 19.000 familias navarras solicitantes de una vivienda protegida. Crearemos edificios y viviendas robotizadas y sostenibles. Hasta haremos del habitar una nueva epifanía. Todo lo que quieran. Mientras, el mercado privado de la vivienda seguirá expulsando a miles de familias que buscan refugio en las VPO insuficientes o en los alquileres inflados hasta el 60% a lo largo de los últimos años, seguirán los desahucios, pues dos de cada diez alquileres pertenecen a grupos empresariales, los pisos turísticos legales e ilegales se saltarán todos los topes y la vivienda seguirá siendo una carga vital en vez de un derecho.

Es el mercado amigo, un mercado intratable, complejo y blindado a favor de unos pocos. Lo sé, como también sé que todo pasa por su intervención y transformación. No lo duden.