Tuvimos a un prestigioso meteorólogo navarro, el presentador en EITB Arnaitz Fernández, aclarando en X –antiguo Twitter– una nueva payasada más del tal Iker Jiménez, estrella televisiva a base de toda clase de apariciones y sucesos indemostrables. El tal Jiménez se quejaba el otro día en la red social que habían predicho un invierno seco o muy seco y que resultaba que llevaba lloviendo en Madrid una semana seguida.

Esto no es sino su manera de criticar a Aemet, en el punto de mira de la derecha, extrema derecha y razas varias desde lo de la dana. Lógicamente, se le echaron encima varios expertos, hartos de manipulaciones, dañinas para la población en general y para la ciencia. Decía Jiménez: este iba a ser un invierno seco según los expertos, lo que pasa es que es un “seco remojado”. Nunca vi llover tanto tantos días seguidos, ni en Vitoria ni en Fuenterrabia, que ya es decir. A lo que, Fernández le replicó: En meteorología (no astronomía), marzo ya es primavera. No se afirma que fuera más seco, sino que había más posibilidades de que lo fuera. En Vitoria-Gasteiz en marzo han caído 22 l/m2, un tercio de la media histórica. En Hondarribia 57 l/m2, cuando la media es 124.

La educación de Fernández simplemente trataba de explicar al público en general, como luego hicieron otras cuentas particulares y empresariales, que no hay que confundir invierno astronómico con meteorológico, ni tiempo con clima, ni desconocer que lo que hacen las predicciones son una mezcla de probabilidades, estadística y certezas y que todo el mundo debería de saber que no es una ciencia exacta. Por supuesto, estos rapapolvos públicos al tal Jiménez le dan igual, puesto que al igual que otros muchos viven no ya de cuestionar las versiones oficiales, que no es en sí mismo una mala práctica si está fundamentada, sino directamente a la ciencia. Asunto que va a más de manera galopante.