Un error en un informe del Departamento de Memoria y Convivencia ha significado que la calle dedicada al general Antonio Los Arcos no sea finalmente dedicada a Paquita Bretos y quede como está. Al parecer, tal y como adelantó Pamplona Actual el 17 de abril, el Departamento confundió a Antonio Los Arcos, general e ingeniero pero que no tuvo nada que ver con el golpe de Estado de 1936 ni con los hechos posteriores, con José Los Arcos, general franquista que sí tuvo participación en hechos que le hubiesen inhabilitado para poseer una calle a su nombre. La placa que está en la calle, de hecho, menciona a Antonio, no a José, con lo cual el error se puede calificar como poco de grueso. Esta autoría, evidentemente, tampoco resta cierta responsabilidad al Ayuntamiento de Pamplona, a pesar de que se le ordenara retirar la calle dedicada a Antonio Los Arcos, puesto que a fin de cuentas no llevó a cabo una labor de confirmación de los hechos asignados a Antonio Los Arcos por el Departamento. Tampoco nos deja en especial buen lugar a la prensa en este caso –salvo al mencionado medio digital– que no nos percatamos del asunto cuando se dio a conocer el 11 de abril, un error o falta de vigilancia que ha hecho que una calle que lleva ahí 58 años no vaya a ser denominada finalmente como iba a ser denominada, lo que, aunque sea una anécdota, sí que habrá afectado mínimo a dos familias. El Ayuntamiento de Pamplona ya ha manifestado que buscará alguna calle para que la designación de la pionera del alpinismo navarro Paquita Bretos no caiga en saco roto, algo que es de elogiar después de haber sido elegida para un cambio que finalmente no tendrá lugar. Los errores son algo consustancial a hacer cosas y solo quien no mueve un dedo no los comete. Aceptarlos, pedir disculpas y aprender de ellos suele ser lo más sano, se cometan en el ámbito que se cometan.