Uno de los deportistas navarros individuales más brillantes de toda su historia, el vallista Asier Martínez, firmó hace un par de noches en las afueras de París su mejor carrera desde que hace casi tres años se proclamara campeón de Europa de los 110 metros vallas. Sin llegar a las marcas que dan medallas en europeos y mundiales –Martínez fue oro europeo y bronce mundialista en 2022 con 13.14 y 13.17 respectivamente–, los 13.26 que hizo en la pista francesa suponen su registro más destacado desde entonces y le dan el billete directo para el Campeonato del Mundo que se celebrará en Tokio el próximo septiembre.
Obtener así el pase, tres meses antes de la cita, le tiene que suponer un plus de tranquilidad y buenas sensaciones a las que el bravo atleta de Cizur no tuvo mucho acceso en 2023 y 2024. El año pasado llegó a correr en 13.29 y solo un tropezón le alejó de la plata en el Europeo, pero, aunque a buen nivel, sí que es cierto que no encontró ni en Europeo –acabó 4º, puestazo– ni en Juegos Olímpicos –llegó a semifinales– la fluidez que mostraba antes de su annus horribilis, ese 2023 en el que apenas pisó las pistas con problemas físicos y técnicos.
Así las cosas, en un deporte en el que la gloria es esquiva por un pequeño traspié y una simple décima de segundo, el paso dado en Montreuil se antoja como básico para un atleta ya experimentado, que conoció el éxito muy pronto –finalista olímpico con 21 años, bronce mundial y oro europeo con 22– y que en los dos últimos años ha conocido más la cara amarga que la positiva. Por delante quedan muchas carreras para seguir apuntalando –el Nacional tendrá lugar a primeros de agosto– y ver si puede seguir acercándose a aquellas marcas del glorioso verano del 22. Por ahora, pinta muy bien, aunque ya estén a un nivel en el que mejorar un poco es francamente complejo. Una por una, a disfrutar de él.