En la medida que sienten el aliento de Vox en el cogote, los dirigentes del PP van radicalizando y agriando su discurso en el empeño de acabar con Pedro Sánchez y su Gobierno antes de que sea tarde. Como una impúdica repetición del escapismo político cuando las furias de la naturaleza provocan daños irreparables a las personas, las cosas y el hábitat bajo su responsabilidad. Ocurrió con la dana torrencial en tierras valencianas y ha vuelto a ocurrir con los pavorosos incendios en la España vaciada.

Hace falta cuajo, hace falta un cinismo cósmico, para desviar la atención de la tragedia en llamas que ha se ha llevado por delante miles de hectáreas de naturaleza forestal, calcinado casas, haciendas y hasta unas cuantas vidas humanas. Hace falta una total carencia de ética para lavarse las manos ante la tragedia y retorcer la realidad legal para eludir la propia e incontestable responsabilidad. Hace falta indecencia política para volver a eludir su competencia y transformar una tragedia de proporciones inmensas en una vuelta a la refriega política. Es lo que, de nuevo, está intentando el aparato del PP con el apoyo de sus apéndices mediáticos, cuando todavía se está llorando a los muertos, a las viviendas calcinadas, a las haciendas devastadas, vuelven a la confrontación miserable de quién estuvo antes lamentando –de lejos el fuego, quién posó ante las cámaras el primero, quién volvió a negar la ayuda, Sánchez culpable, Sánchez dimisión, Sánchez hijo de puta.

Lo han vuelto a hacer. El PP arremete primero y arrastra al PSOE a la refriega del “y tú más”, mientras la extrema derecha se relame y el fuego avanza, mientras los grandes medios igualan en titulares la tragedia medioambiental y humana a la bronca política a dos manos, a dos ambiciones., a dos modelos. Y Vox agazapado, único ganador en tierra quemada.

No hay duda de que corresponde a los gobiernos autonómicos, en este caso del PP con el apoyo de Vox, la gestión de los incendios, el cuidado de la naturaleza y del cambio climático. No hay duda, tampoco de que el partido que gobierna esas autonomías había reducido drásticamente los recursos s destinados a esa gestión. Tampoco hay duda de que corresponde al Gobierno del Estado aportar la ayuda que se le solicite cuando los autonómicos no dan más de sí. Pero cuando el afán prioritario es desgastar al adversario, no pasarán del reproche, el insulto, la hipérbole, la mentira y el titular más ingenioso y ofensivo…. mientras el fuego avanza.

Es totalmente cierto que los incendios se evitan en invierno con el cuidado forestal, la limpia de la maleza, la implantación de cortafuegos y la certeza del cambio climático frente a la insensatez de los negacionistas. Un trabajo que no se ve, que no se vende en propaganda, pero que confirma el buen hacer de la política.