Lo raro no es que se dé esta situación sino que no haya pasado antes: el Crystal Palace inglés ha descubierto que tiene un calendario con cinco partidos en los once días que van del 11 al 21 de diciembre: día 11, Liga Conferencia; 14, Premier; 16, Copa; 18, Liga Conferencia; y 21, Premier.

Un disparate absoluto que no solo se salta ¡las cuatro veces! el mínimo recomendado de 72 horas entre partido y partido, sino que supone una acumulación inhumana de esfuerzos. Los técnicos y dirigentes del club, claro está, han puesto el grito en el cielo; y, suponemos, algún encuentro doméstico se acabará aplazando (los dos de la Liga Conferencia no se tocarán, que la UEFA es muy mandona), lo que en realidad solo significa trasladar el problema a otras fechas. Es el enésimo despropósito de este fútbol moderno exprimido por todos en el que nadie parece querer poner orden y raciocinio.