A propósito de vuestro artículo respecto de la elevada prescripción de medicamentos homeopáticos en Navarra quisiera agregar que:

Ha habido más de 100 ensayos sobre la homeopatía controlados y aleatorios con placebo y se ha concluido que las pastillas homeopáticas no funcionan mejor que el placebo. Pero sí que hay margen para una investigación más interesante. Hay personas que sienten que la homeopatía es positiva para ellas, pero que lo que actúa en ellas probablemente haya que buscarlo en el proceso mismo de acudir al homeópata, ser escuchadas por él, recibir una explicación (sea del tipo que sea) de sus síntomas y los demás beneficios colaterales de la medicina paternalista y tranquilizadora de siempre. Deberíamos pues medir eso.

Creo sinceramente que acudir al homeópata constituye probablemente una intervención útil desde el punto de vista médico... en algunos casos y para algunas personas, aun cuando las pastillas sean placebo. Somos humanos, tenemos debilidades y el poder de la mente sobre el cuerpo es mayor de lo que nos imaginamos.

El error o el riesgo aparece cuando decidimos acudir al homeópata para recibir tratamiento del cáncer, de la tuberculosis, de los infartos cardíacos, de las infecciones graves y de una larga lista de enfermedades frecuentes en las que la medicina alopática sabe muy bien qué hacer y puede salvarnos de morir.