¿Por qué no hay responsables?
No hablo de los políticos corruptos, chorizos, prevaricadores, etcétera, que se supone que son responsables ante la justicia; hablo de los honestos, de los que se llaman decentes, de los que no han hecho nada, absolutamente nada, pero que debieran haberlo hecho para ganarse sus fabulosos sueldos. Tampoco hablo del POSE o del PP o de los partidos catalanes, vascos u otros, hablo simplemente y en general de nuestra deleznable clase política de mentirosos, ineptos e irresponsables.
Se nos informa con total rotundidad (como otras veces se ha hecho) de que se llegará este año al 23,3% de desempleo, es decir que destruirán 630.000 puestos de trabajo más, en un escenario de recesión del 1,7%, caerá el consumo un 1,4%, además de un montón de datos contundentes sobre la exportación, turismo, etcétera. Es decir, que sí que saben hacer estudios de previsión. Entonces, ¿cómo es posible que no se hayan hecho antes, cómo es posible que antes de ayer gastáramos el dinero a manos llenas en infraestructuras faraónicas, aeropuertos, macroedificios inútiles de todo tipo, y hoy esas mismas administraciones, gubernamentales o autonómicas, de un signo o de otro, me da igual, nos digan que están en la ruina y no pueden pagar las nóminas de sus funcionarios o a sus proveedores?
¿Dónde está la responsabilidad penal de toda esta farsa administrativa? ¿Por qué no hay responsables de esta estafa? A ellos, a pesar de lo que digan, no les interesa ni el país ni sus ciudadanos, solamente les interesa su partido, y que este se mantenga todo el tiempo posible en el poder pese a quien pese, porque, al igual que los parásitos, protegen el caldo de cultivo en el que se reproducen, del que se nutren y en el que trepan.
No nos engañemos, después de esta debacle, de la ruina en la que nos han metido, siguen estando ahí los mismos, nada ha cambiado, continúan sacando pecho y levantando la voz para decirnos que tienen las soluciones para sacarnos de la miseria en la que nos ha metido. Hay que entenderlo, no se puede confiar en ellos, tienen que salir de ahí. Como dice el dicho, Al que nace barrigón, es tontería ponerle faja.