Sadar, etimológicamente, para unos del griego Kratos, que significa duro; para otros, del euskera Zador, que significa hondo. Sadar tiene un sonido fuerte y duro. Este vocablo con el tiempo pasó a designar el lugar de Iruñea o Pamplona donde un equipo de fútbol, Osasuna, fuertemente arropado por su afición, y derrochando, coraje y pundonor, disputaba a cara de perro los partidos de Liga las tardes de los domingos. Era la afición del Sadar, era el equipo del Sadar. Un nombre duro, un equipo aguerrido, una afición fuerte. Formaban una simbiosis perfecta. Todo para el fútbol, un deporte de mucha fuerza, garra y entrega. Estando así las cosas, alguien decidió quitar el nombre de Sadar y, para evitar cualquier oposición, puso encima de la mesa un caramelo de 30 monedas de plata. Un sinsentido. El nuevo nombre era ni más de menos que el de Reyno de Navarra. Reyno de Navarra. Reyno, del latín regnun (territorio con sus habitantes sujetos a un rey). Reyno, palabra que fonológicamente suena suave y dulce. A menudo unido a dios, a los cielos, a palacios, a príncipes y a princesas. Mal vocablo para unirlo al deporte del fútbol, a un equipo aguerrido y a una afición indomable. Me dijeron que el cambio obedecía a criterios de promoción del Reyno de Navarra. Si es así, todavía peor. Esto únicamente estaría justificado en el hipotético caso que viéramos titulares de prensa como: "Osasuna nuevamente gana la Liga en el Reyno de Navarra". U "Osasuna otra vez campeón de la Champions en el Reyno de Navarra". Fuera de eso, se está colocando al Reino de Navarra en la tabla clasificatoria junto con Osasuna, o sea, de la mitad para abajo. Más que promocionar al Reyno de Navarra se le está devaluando. El Reyno de Navarra es mucho más que eso, es una comunidad con una geografía muy bella y variable, con un clima muy diferente de norte a sur, con una gente dura, seria y noble en el norte, y más abierta y alegre en el sur, con unas hondas raíces culturales que engloban gran variedad de dantzas, cantos populares y expresiones musicales, unas fiestas conocidas en el mundo entero y dos idiomas (uno de los cuales es un milagro de pervivencia). Por último, y en orden de importancia, un equipo de fútbol que se llama Osasuna. ¿Alguien encuentra una explicación a la eliminación del Sadar por Reyno de Navarra? En fin, esperemos que ese que reina en el Reino de los cielos no permita que el Reyno de Navarra caiga en el Reino de los infiernos de la Segunda División. ¡Gora el Sadar! ¡Viva el Sadar!