Expresión gitana referida al dinero, y que en una popular canción del folclore andaluz decía que, de mano en mano va, y ninguno se lo queda. Hoy, sin embargo, esa copla ya no tiene sentido, puesto que por una parte son demasiados los que se lo han quedado bajo manga, y por otra, dado el pánico que se ha generado, el que lo tiene no lo gasta, temeroso de que no le pueda llegar hasta la hora del fin de sus días, y también al pensar, que pueda serle necesario en el más allá.
Siempre fue considerado el dinero como el peor invento del hombre, dado que es la causa de todas las guerras y desmanes sufridos por la humanidad. Groucho Marx decía que a él no le importaba el dinero, y añadía: pero es tan necesario... Nunca se ha hablado tanto de dinero, como ahora, y al entrar en el euro, y ser ésta una moneda tan fuerte pensábamos que no oiríamos hablar tan frecuentemente de millones, y nos vemos sorprendidos que no cesamos de oír, desde que sale el día, hasta que se pone el sol, de miles y miles de millones, y no podemos por menos que preguntarnos: ¿dónde está tanta pasta?
Entre lo que nos iban a mandar y entre lo que no nos han mandado. Entre lo que se ha robado en nuestro país, y que puntualmente somos informados, y entre que nadie devuelve la pasta, hemos creado una imagen tan fantasma del dinero, que nos ha abocado a la actual situación tan lamentable como la que atravesamos. Nuestros políticos deben saber que dar ejemplo no es la principal forma de influir sobre los demás, ¡es la única!
A los jubilados nos ha sorprendido recibir la paga de Navidad, con tanta antelación, y es de agradecer, máxime hoy que hay sectores que nos dicen que no la van a percibir, siendo ésta una noticia que entristece. No hemos de dejar que la tristeza del pasado y el miedo del futuro nos estropeen la alegría del presente. Nos aconsejan no quejarnos, recordando que nacimos desnudos, que cuidemos el presente, porque en él viviremos el resto de nuestra vida.