Según nuevos datos, el 80% de las personas de más de 65 años que viven en residencias o pasan largo tiempo en hospitales padece estreñimiento, ya sea de forma puntual o crónica, cuando este hecho únicamente afecta a uno de cada cinco fuera de dichos centros. De este modo, puede aparecer la impactación fecal, que consistiría en la incapacidad del organismo para eliminar las heces por al movimiento peristáltico. Con la existencia de este problema se demuestra que los responsables sanitarios, en sus diferentes niveles, continúan sin tener bien en cuenta la tremenda importancia de la alimentación en nuestra salud. De confirmarse definitivamente estos datos, resultaría inconcebible que nuestros ancianos internos en residencias y aquellos otros enfermos de larga estancia en hospitales, sean justamente los miembros más afectados por estreñimiento de nuestra sociedad. Bueno sería que, para solucionar el problema, los responsables de dichos centros fueran asesorados por dietistas competentes, que los hay, de modo que los menús no solo incorporaran la cantidad de fibra adecuada, sino también compatibilizaran debidamente los componentes de dichos menús (hidratos-proteínas-fruta...). Incluso, para ayudar en este problema, y aunque en este país suene a utopía, sería conveniente iniciar alguna campaña para establecer en un futuro próximo ciertas actividades que en diversos centros y en otras latitudes ya se llevan a cabo hace mucho tiempo, y con las que se evita en gran medida el problema. (limpieza intestinal periódica, gimnasia específica, maniobras ventrales por parte de terapeutas, etcétera). En fin, ya sabemos que no se puede pedir peras al olmo, y menos con prisa. Pero lo importante es querer estar en ello, y para eso hay que comenzar con un primer paso?