Síguenos en redes sociales:

Por alusiones. A Francisco Roldán

¡Ha topado con un hueso duro de roer! Si de algo estoy orgullosa es de vivir en un país libre y de pertenecer a una religión libre, por lo que puedo ejercer mi derecho a opinar sobre lo que quiera; en el caso que nos lleva, sobre lo mucho que supuso la visita de nuestro arzobispo a Peralta, tanto para mí, como para muchos peralteses, le guste o no.

Su escrito hiriente, a la vez que opaco, me demuestra que está profundamente dolido por algo, pero que su cobardía no le permite expresarse con claridad. Por otra parte, ¿quién es usted para decirme cómo tengo que opinar, de quién tengo que hablar o de qué debo estar informada? No voy a entrar en su juego, aunque le confieso que no será por ganas, pues me encantan las polémicas y la controversia, dentro del respeto, claro.

Me gustaría aclararle cuatro puntos acerca de mi artículo, pues al parecer, o no lo ha entendido, o no lo ha leído bien.

1) Dios me libre de negar a nuestro Papa. ¡Fíjese que hasta tiene un libro mío dedicado y todo ("Si la gigante negra hablara..."), pero hablemos de la frase de "hay que oler a oveja". Me reitero en decir que tanto nuestro arzobispo como nuestro párroco llevan años oliendo a oveja porque siempre están con el pueblo, feligreses o no. ¡Soy testigo!

2) Por supuesto, y ahí le doy la razón, que hay mucho que hablar de tantas personas anónimas, cristianas o no, ateas, agnósticas,... que callandico hacen su gran labor de amor, pero, señor Roldán, hablaré de ellas cuando yo decida, no cuando usted me lo indique.

3) Lea el final de mi artículo, cuando hablo de nuestra aspiración por llegar hasta la Cruz, el mejor signo de un cristiano, pero eso no quita para alabar y reconocer los actos y celebraciones rimbombantes, como usted las llama, que convierten Peralta en un monte Tabor. Si algún día tiene la deferencia de acercarse a nuestro pueblo, además de ser bien recibido, comprobará que debajo de todo ese jolgorio -que tanto nos gusta-, hay un muro infranqueable de fe el cual nos lleva a la entrega, al sacrificio, en una palabra, al amor.

4) Cuando califica de "peste" a ciertas personas, es porque juega con la ventaja de que las conoce y sabe de sus obras. También a mí me conoce ahora, y hasta le resultará fácil dar conmigo, y hasta incluso podríamos platicar junto a un café con galletas. Por el contrario, de usted nadie sabe, no da la cara, se oculta bajo un nombre, Francisco Roldán, que no responde cuando le llaman. No obstante, ¡bendiciones también para usted, sea quien sea!".

Aprovecho también para felicitar una vez más a nuestro párroco, don Javier Leoz Ventura en sus 25 años de sacerdocio, y que tal como es habitual en Peralta, lo celebramos el pasado domingo 4 de mayo de manera alegre y rimbombante, pues así nos gusta hacer las cosas relevantes, aunque añadiría,... con todo el cariño y con todas las ganas de que somos capaces.