La prensa del pasado día 13, publicaba una noticia que alegró el viejo corazón de Simplicius y emocionó su alma. Al final de la carrera pedestre llamada medio maratón, celebrado recientemente en Iruña, el atleta Antonio Casado, teniendo prácticamente ganada la carrera, cedía el primer puesto y el triunfo a su amigo Etxeberría, que por haber sufrido un accidente de tráfico, no se encontraba en la plenitud de sus condiciones físicas. Qué cosa tan bonita y tan noble. Queda mucha nobleza en esa vieja Nabarra tan querida. En esa vieja Nabarra despatarrada, deshonrada y desgobernada por la codicia, la corrupción y la soberbia, que en calles y monumentos, glorifica a sus criminales y ningunea a sus víctimas.
El gran poeta Miguel Hernández, otra víctima de la intolerancia, decía en la última estrofa de su conocido poema Andaluces de Jaén, Jaén, levántate brava / sobre tus piedras lunares / no vayas a ser esclava / con todos tus olivares. Simplicius les dice a los nabarros: Nabarra levántate brava / sobre tus piedras lunares / no vayas a ser esclava / de unos cuantos populares.
Eskerrik asko Casado eta Etxeberria. Aupa Nabarra.