El próximo día 25 los ciudadanos estamos convocados a elegir el hemiciclo europeo, como si nuestra decisión influyera en un futuro que, salga lo que salga, se augura bastante negro. La previsible abstención que en comicios anteriores ha superado el 50% no hace sino abundar en la inutilidad del voto a un Parlamento con escasa capacidad de gestión, muy alejado de la ciudadanía y dominado por dos partidos sometidos a los dictámenes de la banca y las grandes multinacionales. A pesar de ello, consulto las opciones a la vista de los resultados obtenidos hace cuatro años del reparto de los 766 escaños que gobierna a los 500 millones de europeos.
Partido Popular Europeo, 274 escaños, supongo que serán tan populares como los de aquí: un oxímoron.
Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, con 195 escaños. Se podría decir que tienen tanto que ver con el socialismo como la homeopatía con la medicina (con perdón de los creyentes).
Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, 83 escaños, imagino que, como todo el mundo se autoproclama "demócrata" y "liberal" (¿conocéis algún partido político que se denomine reaccionario y absolutista? porque haberlos haylos...) miro quien lo apoya y... ¡oh, casualidad!: la derecha catalanista de Jordi Pujol.
Estos tres grupos suponen las tres cuartas partes de la Cámara. El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea consiguió una representación de un 4%. ¿Esa es la izquierda unitaria? ¿Toda? Con este panorama, sospecho con el pecho y calculo con el pensamiento que solo me queda la opción de abstenerme, aunque esté convencido de que la carcundia europea conseguirá ganar las elecciones, a pesar de que no participará ni la mitad de los electores. ¿Qué porcentaje se considera suficiente para dar validez al plebiscito?