Después de exponernos a los lectores todo lo que hacen cantidad de imprudentes y descerebrados circulando en bici por las aceras y reconociendo que todo eso ocurre, le agradezco que reconozca que con su propuesta pagarían justos por pecadores, pues yo jamás me he metido por una acera. Estoy totalmente de acuerdo con el espíritu de la pregunta de a quién se le ocurrió la brillante idea de hacer carriles bici en las aceras. Pues yo creo que esto se le ocurrió a quien con una raya de pintura quiso quitar el problema de la calzada pasándolo a las aceras.
Vivimos en una sociedad tan hipócrita que estamos vendiendo bicis y llenando los trasteros para, después, pedir la desaparición total de nuestro entorno, sin darles otra opción o espacio. Dentro de poco se celebrará el día de la bicicleta, llevando a un grupo de ciclistas como a borregos protegidos por todos los sitios que hagan falta, para salir en la prensa y después durante los 364 días tengamos que buscarnos y arriesgarnos la vida.
Ante esta petición de medida drástica que usted propone y mucha gente lo siente de sacar las bicis de las aceras y, como pienso que no querrán que desaparezcamos, porque somos el medio de circulación más antiguo que conozco, lo único que nos quedaría es que vayamos todos por la calzada, cumpliendo las normas y pensando que la ley nos protege de un metro y medio de los coches y, entonces, veríamos el comportamiento de usted si es conductora y de muchos conductores que sienten que les estorbamos en la calzada y si colaboraban para que no seríamos nosotros los 83 atropellados. Pero con estos cruces de cartas sobre bicis, coches y peatones, no podemos olvidar que la solución al problema de fondo la tienen las administraciones, porque en esas ciudades que usted dice, seguro que antes han pensado más en las bicis.
Y voy a poner un ejemplo muy claro. Si cuando pensaron en hacer este maravilloso paseo del Arga, el cual utilizan miles de personas, lo hubieran hecho un poco más ancho y separando peatones y bicis, no pasaría lo que pasa entre peatones y bicis. Porque donde hay funcionan. Y que no me hablen de gastos porque me acordaré del AVE y de muchas obras menos utilizadas.