Síguenos en redes sociales:

Campanadas a troche y moche

Vivir en el Casco Antiguo es una delicia sino fuera por las campanas. Las misas que se anuncian a golpes de gota malaya, los días de fiesta y de celebrar con sobredosis de campanones, y las horas, aunque al menos estas no pasan de doce.

El poder del clero atenta contra mi sistema nervioso. ¡Y estos no se someten a votaciones!