Todos los hombres del presidente
Podía ser Robert Redford o Dustin Hoffman, pero Arias Cañete tiene poco de actor. A pesar de ello esta semana no ha parado de "robar cámara" como se dice comúnmente, por ser el protagonista gracias a unas declaraciones tan desubicadas como una bufanda en agosto. Lo que me lleva a pensar más en el asunto es que ha señalado en sus disculpas que "no es machista" y más tarde declaraba en otro contexto que para convencer hay que "buscar aliados" y "ser muy simpático", ¿se trata entonces de una gran estrategia planeada por una mente brillante?
Nos queda el consuelo de que el reconocimiento llega a quien lo merece, y a quien no intenta justificar una mala actuación, como en el caso de Quino, premiado por su labor con el Príncipe de Asturias, porque si Mafalda levantase la cabeza, otro gallo cantaría.