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Sobre la calle San Francisco de Pamplona

La calle San Francisco es la única de todo el Casco Viejo de Pamplona que sigue teniendo aceras. Éstas, en su punto más estrecho, miden 46 centímetros, es decir, no sirven para mucho porque no cabe ni un carro de la compra. Esta calle, además, soporta gran parte del tráfico que sale del Casco Viejo. Hace dos años, el Ayuntamiento decidió arreglar la calle y cuál fue mi sorpresa al descubrir que las malditas aceras seguirían allí.

Pues bien, sospecho que nadie del Ayuntamiento ha probado a pasar por esa calle con un carrito de bebé, o con uno de la compra, pero lo cierto es que no sólo es incómodo, sino también peligroso, porque para que pasen los coches los peatones tenemos que hacernos a un lado. En mi caso, con una silleta gemelar, más de una vez me he quedado quieta simplemente confiando en que nada pasaría, sin poder hacer realmente nada.

Soy consciente de que igual el Ayuntamiento no tiene dinero para poner la calle bonita, pero por lo menos podrían hacer la ñapa que hicieron en Jarauta, es decir, ponerlo a ras.