Últimamente leas el periódico que leas la mayoría de las noticias serán malas, tristes, violentas o todos esos adjetivos a la vez. Vivimos bajo un continuo bombardeo de causas por las que preocuparnos. Las excusas más frecuentes suele venir de la mano de los que dicen que “hay que estar informado de todo lo que pasa en el mundo”, y no lo niego, pero, ¿es que acaso ya no ocurren buenas noticias en el mundo?

Este bombardeo es tal que vayas a donde vayas en cualquier red social encontrarás noticias sobre muerte y sufrimiento, todas ellas monetizadas, por supuesto. Aunque lo peor sin duda es el efecto que esto tiene en la población, una ciudadanía a la que la sociedad del espectáculo ha insensibilizado hasta el punto de no poder provocar ni una mueca de sorpresa nueva cada vez que se anuncia una nueva masacre.

No me dan miedo los terroristas, me dan miedo las personas que en cada masacre sacan su smartphone y empiezan a grabar a los heridos de muerte, en vez de intentar salvarles.