Hace unos días nos dejó el actor pamplonés Pedro Osinaga. Habrá muchas anécdotas que se podrán contar sobre él. Para rendir un pequeño homenaje tanto a él como a mi padre, voy a contar una de ellas y compartirla.
Según nos contaba mi padre, Pedro Osinaga trabajó con él en Imenasa de aprendiz y mi padre era su encargado.
A Pedro Osinaga le apodaban El Langa (ignoro el porqué), pero un día Pedro le dijo a mi padre que se iba a Madrid a ser actor. Mi padre, incrédulo, no tuvo otra reacción que tomárselo a guasa y decirle: “¡tú, actor, anda no digas tonterías!”. Al final, no fue ninguna tontería, claro está que mi padre cada vez que lo veía actuar en la tele, su comentario siempre era el mismo: “Mira, El Langa, ¡quién lo iba a decir!”.