CUN y formación PIR
Contesto desde la Clínica Universidad de Navarra, por alusiones, a la carta de Daniel Idoate del sábado 21 de abril sobre el PIR y la clínica. En la carta se expone que la clínica no sigue el procedimiento vigente para asignación de plazas de formación en hospitales públicos y privados. Debo decir que esto no es cierto. La clínica asigna plazas de acuerdo con la normativa ministerial, que contempla algunas plazas con conformidad previa del centro, son varios los hospitales con este tipo de plazas en la convocatoria paralela para médicos (MIR).
Desde hace más de 10 años la clínica oferta plaza de formación PIR, paso que quiso dar porque son muy pocas las plazas que se ofertan cada año a nivel nacional, y teniendo en cuenta la ingente demanda tanto social como por parte de los psicólogos. La clínica está contenta de poder ofertar una plaza de formación más.
La clínica no discrimina ni limita el acceso a personas con discapacidad. La clínica puede admitir para su formación, como señala la normativa ministerial en el BOE, entre los opositores que hayan obtenido un número de orden igual o menor al total de plazas convocadas en el sector público. Este año se convocaban 134 plazas en el sector público, con lo que la clínica podía admitir residentes con número de orden entre el 1 y el 134. La normativa reserva un 7% de plazas públicas para personas con discapacidad, aunque hayan obtenido un número de orden mayor, pero a la Clínica Universidad de Navarra le permite admitir entre el 1 y el 134, tengan discapacidad o no la tengan. La clínica no discrimina, pretende integrar y dar más oportunidades, a la vez que tiene que ajustarse a la normativa para la oposición.
La articulación de las plazas con conformidad previa está recogida en la normativa ministerial, pero a veces ha dado lugar a malentendidos, que nos duelen, especialmente por las personas afectadas. Daniel menciona el caso de hace tres años en el que una persona se quedó sin plaza y la clínica no cubrió. Daniel expresa que esta persona “se quedó sin plaza por los caprichos de la clínica que el Gobierno le consiente”, y esto no es cierto. La clínica no pudo cubrir su plaza ese año por un límite nuevo que se contemplaba en la normativa ministerial ese año concreto, límite que corrigió el ministerio al año siguiente para evitar que esto pudiera volver a pasar. A esa persona la clínica no podía haberle admitido en ningún caso por la normativa de ese año, y fue doloroso para todos no cubrir la plaza y que una persona se quedara sin acceso a la formación.
En la clínica creemos en la formación clínica especializada y creemos en la necesidad de trabajar por una sociedad más plural y diversa. Animamos a que más centros sanitarios con capacidad formativa den los pasos para ofertar nuevas plazas, y nos unimos a la demanda social y de los psicólogos para que se convoquen más plazas de formación en Psicología Clínica, que sin duda son muy escasas.