Nos dirigimos a vosotros como trabajadoras de la Escuela Infantil de la Cendea de Cizur. Llevamos 10 años trabajando con el compromiso y la ilusión de acompañar a las niñas y niños en su primera etapa de educación, con todo el cariño y el respeto del que somos capaces. Nuestra determinación de llevar a cabo un buen trabajo ha sido reconocida en infinidad de ocasiones por las diferentes familias que han pasado por esta escuela a lo largo de estos años.

Precisamente por el respeto que tenemos por esta etapa y por la confianza que esas familias han depositado en nosotras, queremos denunciar la escasa valoración de los responsables del servicio hacia nuestro trabajo y las limitaciones que nos imponen para que día a día mejoremos una prestación de carácter público.

Nos parece que con la inminente nueva salida a concurso de la gestión de la escuela ha llegado el momento de poner ciertas cuestiones encima de la mesa:

-En primer lugar, creemos que es una gran incoherencia que los responsables del servicio valoren positivamente proyectos educativos que contemplan talleres y actividades en grupos pequeños, cuando no están garantizando la contratación de personal de apoyo para poder hacer los desdobles necesarios. Esta falta de personal obliga a que en esos desdobles se superen los ratios marcados por el Gobierno de Navarra, ya de por sí excesivos. Esta realidad nos impide dar la atención personalizada que creemos es necesaria.

-En segundo lugar, pensamos que los responsables del servicio no han sabido reconocer económicamente nuestro trabajo y esfuerzo en el cuidado y educación de los niños y niñas, ni valorar la responsabilidad que esto conlleva. Nuestro salario ronda los escasos 1.000 euros mensuales. En el caso de nuestras compañeras de servicios múltiples, la remuneración es aún inferior. Cabe destacar que estos sueldos no se han equiparado conforme al aumento del coste de vida en los últimos 10 años.

A estas circunstancias, hay que añadir que nos estamos refiriendo a un servicio público gestionado por una entidad privada. Si queremos que se cumpla con las premisas de un proceso educativo que sea integral, inclusivo y de calidad, es necesario que primen estos conceptos.

Por estos motivos, y visto que las solicitudes de reunión que hemos transmitido al Ayuntamiento han sido ignoradas, nos vemos en la obligación de hacer pública nuestra situación y pedir el apoyo tanto de las familias que conformáis la escuela como de la opinión pública en general.

Firman esta carta: Noemí Arriaga Torres, Puy Uriz Ozcoidi, Edurne Rodríguez Marquínez, Maite Iriarte Lastiri, Carmen Sainz de Muriera Arrastio, Estibaliz Pampliega Tierra, Amaia Florez Alfaro y Silvia Miranda Pere Trabajadoras de la Escuela Infantil Cendea de Cizur