Ayer miércoles 2 de octubre se despidió por jubilación Araceli, la encargada del personal de enfermería del pabellón Xabier del centro San Francisco Javier.

Parece que fue ayer cuando me comentaba que Alejandro El jotero le decía que se jubilaría antes que ella. Ahora lo celebrará desde el cielo. O con su tacto, decía despacito: “Qué trabajadora es Conchi, parece una hormiguita”.

Después de tantos años trabajando juntas dejaste de ser encargada para convertirte en mi amiga y confidente.

Tengo que agradecerte el apoyo incondicional que me diste en los momentos que tanto necesitaba, cuando fui víctima de violencia de género. Creíste en mí. La verdad es que tengo que dar las gracias al personal sanitario y a ti, aquí, y con vosotras y PSIMAE, con Juana Azcárate, remontar fue más fácil.

Te has ganado mi respeto y cariño. Te deseo lo mejor en la nueva etapa de tu vida, que no pierdas la sonrisa y que la amistad perdure.

Te echaré de menos amiga Josefica.