Que es como hay que expresarlo si hablamos en lengua castellana, y no procés, que éste sería en lengua catalana. Como era de esperar, nadie iba a quedar conforme con las sentencias habidas, y como es frecuente en los humanos, la diversidad de opiniones está servida. Unos se han quejado por mucho, otros se han quejado por poco, y aquí entra juego la razón, que nadie la describiría mejor que Cervantes en uno de los pasajes de su inmortal obra, cuando el caballero de la triste figura dice: “La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”. Y como decía otro: “Todo el mundo va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío”. Y así no hay forma de entendernos.

Allá en la década de los años cuarenta, creo que fue un investigador americano, ante lo confuso que veía el mundo, pensó en plantearse desarrollar lo que conocemos por inteligencia artificial, creando máquinas, dotándolas del intelecto del ser humano, y ya están operando, pero no son suficientes, porque esto no hay quien lo arregle salvo que dejemos la política en manos de los premios Nobel.