Más de veinte salones de apuestas y de juegos hay en la calle, también hay otros salones de belleza, uña fashion, masajes, esos beauty look donde dicen que siempre se acierta. El tráfico es intenso en esta gran arteria de cemento, ladrillos, de asfalto y de losetas; y pálidos plataneros que levantan a su entorno la acera. Los vecinos pasean a sus perros desde hora temprana sin que ese factor de vecindad garantice en muchos casos atención de limpieza; y coches de policía con farolas azules y ambulancias con luces amarillas recorren este barrio acelerando su aviso de sirenas.

Un laberinto de calles estrechas es también el barrio, un sinfín de fruterías arropando al estanco, farmacia, al kebab de bocados turcos, arreglos de costura, bazar chino, dietista, móviles e informática, fast food, peluquería, escuela de baile y pole, oficina inmobiliaria de alquileres y ventas. El erotismo hace su llamada en las calles colgado en carteles, Tezenis underwear domina en paradas de bus, y en los escaparates Dolce & Gabanna y su agua de toilette.