El 15 de marzo se celebra el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores. El origen de esta celebración la encuadramos en el año 1963, cuando el expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy pronunciaba en el Congreso su frase célebre: “Ser consumidor por definición nos incluye a todos. Somos el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas… pero es el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados”. Desgraciadamente 50 años más tarde esta frase continúa teniendo vigencia en nuestra sociedad. Podemos hablar del móvil que no entra en garantía, del contrato de la luz que es casi imposible de entender o descifrar, o del producto financiero en el mercado que casi nadie comprende. Y así hasta las miles y miles de quejas que tienen los usuarios en distintos campos. Pero el tema es mucho más grave: hablamos de una sociedad de consumo que prima el beneficio, el negocio a corto plazo, la comodidad, la no implicación en los problemas de los demás; una sociedad que ha relegado a un segundo plano la colaboración, la preocupación por los más pobres, la solidaridad, el hacer las cosas por y para los demás. En definitiva, una sociedad y una persona excesivamente centrada en ella misma, muy individualista y autosuficiente, que ha olvidado los valores que realmente sostienen a las sociedades y las hacen fecundas y felices a sus miembros. ¿Es éste el tipo de sociedad que queremos?, ¿a quién le reporta beneficios?, ¿quién nos ha engañado? Por ese motivo hay que ir acometiendo cambios a través de personas que crean en esos cambios, que vayan modificando la estructura y las bases sobre las que se sostiene nuestra sociedad. Unos fundamentos muy débiles y poco consistentes. Es necesario recuperar los valores del trabajo bien hecho, de la honradez, del justo beneficio, del esfuerzo, de la solidaridad, para ir construyendo una comunidad que pueda disfrutar de una vida plena y a la vez pueda transmitir esa alegría y fraternidad a otras personas y comunidades. Ojalá este día del consumidor sirva para dar pequeños pasos para construir esta nueva sociedad.