Por desgracia, el puente románico de Irotz acusa desde 1941 una desafortunada alteración de su silueta y de su belleza primitiva. Ese año su pretil de piedra original fue destruido para acometer el ensanchamiento de su calzada hacia ambos lados del puente. Sobre estos añadidos sobrevolados se construyeron sendas barandas de hormigón que desde entonces afean y desmerecen el bello perfil original. Cierto es que cuando se produjo esta intervención se hizo por una necesidad tan perentoria como permitir el paso de camiones u otros vehículos pesados. Parece ser que hubo un incendio en el pueblo y el camión de los bomberos no pudo cruzar por el puente, lo que provocó la citada remodelación.Tras casi ochenta años el estado actual de aquellos añadidos se encuentra en pésimas condiciones, por lo que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona ha hecho suya la responsabilidad de dichos arreglos. La solución aprobada consiste en colocar un nuevo y horrible pretil de acero corten sobre un puente románico que además forma parte del Camino de Santiago. Por lo que sabemos, parece ser que esta barbaridad cuenta con la aprobación de la Institución Príncipe de Viana. ¿Habrá que recordarle a dicha desacreditada institución que el Camino de Santiago está declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad? ¿Habrá que recordarles también que es el único bien patrimonial navarro reconocido con tal rango de protección? ¿Acaso permitirían una aberración como ésta en otros puentes históricos de la ruta Jacobea como el de Zubiri, Larrasoaña, Arre, Magdalena, Gares- Puente la Reina, Lorca, Lizarra, etcétera?Por cierto, muchos de esos puentes han recuperado su pretil original tras décadas soportando parecidas alteraciones como la del puente de Iturgaitz. ¿Por qué aquí no se aplica la misma solución correctora? ¿No han visto tan sesudos responsables de Príncipe de Viana, los horribles escorreduras de óxido que la pasarela del Labrit ha ocasionado en la piedra de la muralla en unos pocos años? ¿Una vez más y ya son demasiadas, Príncipe de Viana va a mostrarnos su manifiesta incompetencia en la defensa y gestión de nuestro patrimonio?Además de todo esto, se da la circunstancia de que el pueblo de Irotz, en pleno S. XXI, no tiene ningún otro acceso de entrada ni salida que el viejo puente de Iturgaitz. Si por cualquier causa este acceso sufriera algún tipo de colapso, los vecinos podrían verse ante un problema al que, a día de hoy, no se ha previsto ninguna solución.Visto todo lo expuesto, sería lógico pensar en otro acceso alternativo que permita el paso de vehículos pesados y que serviría también ante posibles emergencias, dejando el puente romántico para el paso exclusivo de personas y turismos, recuperando la anchura y tipología original que hace casi 80 años le fuera arrebatada.Tras nueve siglos de servicio ininterrumpido, el viejo puente de Iturgaitz se merece con creces un poco de respeto.