Es evidente que año tras año, se utiliza el flamenco en nuestra ciudad por parte de las instituciones de Navarra por medio de subvenciones, patrocinios y ayudas de todo tipo, que para sí las quisieran otros organismos de nuestra tierra, como una herramienta (¿involuntaria?) más de uniformización de la cultura, en detrimento de la nuestra, la navarra... es decir la euskaldun. Esto conlleva, en ocasiones, la privatización y el cierre al tránsito peatonal y de vehículos durante las "horas punta" del mediodía, de una plaza pública muy transitada en beneficio, al mismo tiempo, de una cultura poco arraigada y de una empresa privada. Y no estamos hablando de cualquier plaza en un barrio de la ciudad, sino de la Plaza Consistorial o Plaza del Ayuntamiento, lugar de paso y/o de destino de miles de personas diariamente. Por esto, desde aquí queremos hacer pública nuestra disconformidad.Para quien no esté al corriente, el día 27 de agosto, a las 12 del mediodía, se celebraba un concierto dentro del ciclo Flamenco on fire, en la Plaza del Ayuntamiento. Para ello se procedió a cerrar, desde primera hora de la mañana, todos los accesos a la citada plaza, impidiendo el paso de cualquier persona "ajena" a la zona. Fueron innumerables los enfrentamientos verbales entre miembros de la Policía Municipal y ciudadanos que pretendían ir a alguno de los establecimientos de la plaza o simplemente atravesarla. Ese cierre ocasionó el enfado de transeúntes que vieron cómo se estaban obligados a dar grandes rodeos para poder acceder a sus respectivos destinos o que no podían acceder a los comercios u hostelería de la plaza, siendo éstos los que más directamente se han visto afectados económicamente por el citado cierre.Y nos preguntamos... ¿puede el Ayuntamiento privatizar un espacio público, aunque sea durante unas horas, para beneficio de una empresa privada y diversión de unos pocos cientos de espectadores? Poder, aparentemente, puede, de hecho lo hace, pero no es justo ni democrático. El impedir el libre acceso a dicha plaza, otorgando al acto que se celebra en la misma una importancia que a lo largo del año no se le concede a ninguna otra actividad en ese mismo espacio, no es gobernar para todos sino para una parte. Recordemos que a lo largo del año son numerosas las ocasiones en que en la Plaza Consistorial se celebran distintos eventos y en ningún caso se cierra al público en general: conciertos de música, gigantes de Pamplona, manifestaciones o concentraciones de todo tipo...Por ello, nuestro rechazo a aceptar la privatización de los lugares públicos, y más aún, cuando esos lugares son claves en el buen desarrollo de la actividad ciudadana de cada día.