Se me ha muerto mi mejor amigo.Mis entrañas lloran. Mi corazón gime mientras contempla tu última foto.Javier, te has ido tan pronto, tan deprisa€Tus mensajes aún calientan mi teléfono móvil. Hablabas de pájaros, de tangos, de alegría, arte, belleza, trascendencia y de tu abuelo liberal.Se me ha muerto mi mejor amigo.Fiel confidente. Compañero de mil luchas y batallas perdidas. Siempre ganaba tu corazón desbordante de acción y utopía.Con una sonrisa, un cariñico, un musu, has acompañado hasta a la soledad más sola.Consecuente hasta las raíces con una ética de justicia, paz y amor. Con fe en Jesús de Nazareth siempre quisiste ser un hombre para los demás.Y lo has conseguido.Se me ha muerto mi mejor amigo.Pero Javier Pagola, mi mejor amigo, ha muerto en su Pamplona/Iruña, en su Nafarroa/Navarra a la que tanto quería. Fiel también a su tierra.Aprendió sus dos lenguas a las que amaba por igual.Aprendió y recorrió sus paisajes por mil caminos. Caminante de la vida se hizo camino amoroso paso a paso: de Orreaga a Tudela. De Aralar a Moncayo. De Elizondo a Eunate.Bajo sus pies hablaban el agua, la hierba, el pájaro, el roble, el chopo y los hayedos. La naturaleza toda.Nos deja para siempre su palabra. Su ejemplo de vida y muerte. Su amor.Temblorosamente me atrevo a repetir los versos de Quevedo: "Serán ceniza, mas tendrá sentido.Polvo serán, mas polvo enamorado".En este otoño que asoma mi corazón te llora.Eskerrik asko, Javier. Agur. Adiós.Sigue queriéndonos siempre.