Somos madres y padres de niños, niñas y adolescentes que acuden a los programas de los equipos preventivos de infancia de Pamplona. Estos equipos técnicos, a través de contratos con el Ayuntamiento, atienden a menores en situación de dificultad o en situaciones normalizadas en ludotecas, campamentos y talleres. Y, cuando estos peques crecen, se convierten en voluntarios, formados, que contribuyen a organizar actividades y a atender a los más pequeños.

Estamos orgullosos de que nuestras hijas e hijos participen y se mezclen con personas de otras culturas, países, opiniones, edades€ Personas diversas, como es nuestra sociedad. Observamos con admiración cómo se convierten en dueños y dueñas de su camino, porque participando aprenden a decidir. Agradecemos las oportunidades que les permiten estructurar y promover su propio ocio al margen del consumismo. Vemos cómo ganan autonomía y hacen voluntariado.

Nuestros hijas e hijos están siendo educados en las actividades comunitarias como ciudadanas y ciudadanos, haciéndose corresponsables con lo que nos es común, empezando por su unidad territorial natural: el barrio.

En esta pandemia, por ejemplo: adolescentes y universitarios han preferido prescindir de fines de semana en casas rurales para evitar la covid y mantenerse como monitoras y monitores de actividades.

Se responsabilizan, aprenden, potencian incluso las denominadas competencias blandas. Pero para nada proyectamos en estos espacios deseos relacionados con el mundo laboral, ni siquiera para el coworking.

Las familias estamos agradecidísimas de la experiencia tan enriquecedora que aportan los equipos de infancia.

Pero, claro, para conocer la satisfacción de tanta gente menuda y sus familias con este sistema, primero nos tendrían que preguntar. Y para conocerla aún mejor, quienes nos gobiernan tendrían que vivir en los barrios. Y vivir es más que residir. Es experimentar las oportunidades de relación, aprendizaje y crecimiento que ofrecen entornos vitales abiertos a toda la ciudadanía, también a ti. Toda una red de personas, organizaciones, comercios e instituciones.

La participación, las sociedades dialógicas, se construyen con hechos. No con discursos (Pamplona, ciudad amiga de la infancia). Como tampoco con el monocultivo que propone ahora el equipo de gobierno.

Segar los equipos comunitarios -experiencia única de Navarra, por cierto, innovación social asentada- es directamente cargarse los principios desde el origen: diversidad, inclusión, participación ciudadana, diálogo, desarrollo a escala humana, cercanía, confianza, capacidad de adaptación, etcétera.

Expulsarlos del sistema de protección es un desprecio a todas las personas y redes que aportamos nuestro granito de arena para construir entornos más humanos a través de pequeñas-grandes acciones. En esta situación de crisis, además, una irresponsabilidad con los que menos tienen.

Las familias que año tras año hemos confiado en estos equipos reclamamos altura de miras. Queremos seguir contribuyendo desde lo comunitario a la sociedad, estamos dispuestas a lidiar con nuevos desafíos. Por eso, no se puede argumentar que se quiere reforzar este servicio cuando en realidad lo desmantela, prescindiendo de la red técnica y familiar actual. Se reforzará manteniendo los equipos y extendiéndolos a otras zonas. Para situar a la infancia como referencia primero hay que preguntar a las familias y a la misma infancia. Y esto os decimos:

La política del siglo XXI, la Pamplona/Iruña del siglo XXI, máxime ahora, precisa de más trabajo en red y más aportación y participación ciudadana. Avanzar. Porque la política es el arte de vivir en sociedad. El win-win (ganar-ganar) para todas y todos de los discursos. La colaboración público privada extendida, porque lo comunitario es también público.

Y lo demás, un 6 y un 4... la cara de tu retrato.

Firman esta carta: Nora Miguéliz Basterra, Mercedes Corretje Arrastia, Itziar Díaz Olza, Laura Jiménez Díaz, Betina Iribarren Saldias, Xabi Fernández Álvarez, Jokin Larrayoz Álvarez, Pedro Esparza Azanza, Asier Bilbao Salazar, Elena Fernández García, Raquel Andueza Balliriain, Iñigo Pascual Juanto, Maite Puñal Senosiain, Miren López Erviti, Ignacio Ayerdi Azagra, Iker Molinuevo Pérez, María del Carmen Martín Pérez, Lotoloum Valery Dinguemnaimou, Raquel Vicente Del Guayo, Mónica Adelina Ionica, Carolina Calleja Panadero, Antonio del Burgo Aldaya, Mónica Domínguez Catena, Maite Virto Ibáñez, María Fernanda Filgueira Guimerans, Carlos Gutiérrez Castro, Nerea Muskiz Rekondo, Félix Galarreta Pérez, Cecilia Segura Cuevas, Karina Linares Linarez, Cristina Moreno Cuesta, Ricardo Izura Salillas