e leído en prensa (DIARIO DE NOTICIAS 12-XI) que se va a investigar genéricamente el origen de los agotes. Hace 8 ó 10 años me hicieron una entrevista para la televisión que nunca salió. No me cabe duda de que no gustaron mis respuestas. Voy a exponer poco más o menos lo que les expuse.

Rechacé que fueran enfermos de males legendarios ni etnias rechazadas, ni segregados por el valle. La explicación del porqué no tenían derecho a casa y a parte del común del valle provenía de la imposibilidad de crear más vecindades, limitación extendida a los propios hijos secundones. Lo primero que contó para no acceder al común fue que había unas 600 casas y su aumento produciría escasez alimenticia.

Tras introducir productos de América desconocidos en Europa, y que supusieron el aumento de alimentos (el maíz, la patata, tomate y otros productos esenciales), se pudo ir a la instalación y explotación de nuevos términos, porque lo que sobraban eran tierras que no se cultivaban, pero las Ordenanzas de Baztán prohibían hacer casas y cultivar tierras, y se llevaba a efecto la construcción de nuevas casas incluso a los propios hijos, que quedaban fuera de la herencia de la casa ya que el derecho a comunal pertenecía a la casa y no al individuo.

Lo que no se ha investigado es porqué las Ordenanzas incluyeron la prohibición de construir casas y negaban admitir nuevos avecindados. Es tan sencillo como conocer que las Ordenanzas se hacían (vía aprobación del Consejo Real y órdenes virreinales) a tenor de los intereses de la potencia ocupante, tanto por razones militares y de división entre los Estados francés y español. ¡¡Así no nos han enseñado!!

La otra parte es la de la segregación sufrida por los llamados agotes. Se dieron proclamas y dictámenes para que se les respetara los derechos a dichos habitantes tanto por parte de los Ursua como por la Iglesia, pero ambos mentían. Ursua los mantenía a favor de su conveniencia y la Iglesia pedía el respeto para ellos, pero ni siquiera en su esfera les dio hasta épocas bien recientes.

El hecho de obtener su origen -objeto del estudio que se prepara- va a ser muy difícil de obtener datos positivos y puede tener dificultades para dar resultados lúcidos y convincentes. Los Ursua, que ni siquiera eran baztandarras sino del territorio de Sola (Zuberoa), fueron mesnaderos desde muy temprana edad y en el siglo XIV alquilaban sus mesnadas (lacayos armados) a los reyes que se los pagaban o les otorgaban cargos y puestos administrativos. Estuvieron en Normandía y seguramente también en Albania. La casa de Arizkun fue su segunda casa fuerte y su oficio no fue único, sino que se dio en todos aquellos lugares donde podían aportarse hombres.

Planteémonos ahora que las mesnadas (normalmente entre 20 y 50 lacayos armados) salen al exterior de su país y mantienen hechos armados. Para ello necesitan acarreadores de alimentos, cocineros, peleteros y ropajes, zapateros, herreros, etcétera. Los encuentros pueden ser victoriosos o de derrotas, pero lo más lógico, si se piensa en la vuelta, es mantener el equipo de auxiliares, por lo que las bajas hay que reponerlas y aquí es donde se impone la fuerza sobre la necesidad, reponiendo pérdidas de toda clase.

El derrotado, sobre todo, ha de elegir entre el sometimiento o la venganza del enemigo. En el caso de los Ursua (exponente cercano y objeto del estudio), tenemos el hecho de que las viviendas de los lacayos de Ursua se afincaron en su terreno y, aunque segregados de esta manera, primero para el patrón y después para fuera del círculo en que habían quedado incursos, tomaron la lengua del mesnadero (los que no la tenían ya) y fueron independizándose a temor de las circunstancias del paso del tiempo como artesanos experimentados. La dificultad del estudio será grande, pero lo único que deseo es que esto pueda servirles de orientación.

Rechacé que fueran enfermos de males legendarios ni etnias rechazadas, ni segregados por el valle

La dificultad del estudio será grande, pero lo

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