El 23 de noviembre en las primeras horas del funcionamiento de las villavesas, a -2ºC, nos tuvieron con las ventanas abiertas y sin calefacción, durante los 30 minutos que duró mi trayecto. Pasé tanto, tanto frío que creía que cogía una pulmonía, ya pasé una y es muy fácil cogerla. Es muy injusto que después de promover que usemos los servicios públicos, nos traten como si fuésemos ganado: con frenazos y acelerones (me he caído ya dos veces y tengo 52 años), con giros bruscos de rotondas (salté de mi asiento y caí sobre el vecino), con ventanas abiertas y sin calefacción (a -2ºC). Para colmo, si toses, todos creen que tienes coronavirus y una pulmonía es justamente eso: tos seca, te ahogas y mucha fiebre. No puede ser que para evitar el coronavirus nos provoquen una pulmonía. Como usuaria de la villavesa, me siento como si me trataran como si fuera un ganado maltratado sin miramientos. Una vez fui de pie en la villavesa y tuve que chillar por el dolor de cervicales que me produjo los acelerones y los frenazos. Por lo menos si van a conducir como nóveles que nos pongan cinturón en las villavesas y reposacabezas, para que nos podamos proteger. No es justo el trato que se nos da a los usuarios de las villavesas. Es indignante.