La mayoría de los deportes generan en su entorno grupos de seguidores, a los que les mueven diferentes razones o pasiones. A unos les mueve el deporte en sí, al puritano, la esencia y a la mayoría la capacidad de transmisión del propio deportista, que les hace ser seguidores de uno u otro, sin saber muy bien porqué y a otros muchos, el paisanaje.Para que un deportista transmita emociones y partidarios tiene que ser figura. En el deporte de la pelota a mano, hemos visto durante los últimos años las disputas entre aficionados y apuestas sobre los Retegui Lajos, Retegui Galarza, Eugui Beloqui y las ultimas entre Olaizola Martínez de Irujo. Sin olvidarnos de Mikel Goñi, posiblemente el deportista con mayor capacidad de atracción de nuestro deporte. Estas disputas y preferencias también han generado ambiente y en consecuencia desarrollo de la pelota a mano.En cuanto al paisanaje, aunque sin llegar a las cifras de otros deportes, la pelota no es ajena al apoyo que los aficionados dan a sus paisanos. Recordemos el boom de la pelota en La Rioja, tras la irrupción de Titin y la promoción que supuso en Iparralde los triunfos de sus pelotaris.Si observamos la pelota a mano en Navarra de las cuatro figuras que en este momento están compitiendo en el mano parejas, por la empresa Aspe, tres están en la treintena y Martija tiene 23. En Baiko tenemos al incombustible Aimar.¿Qué parece que quiere decir esto? Pues que en los últimos 10 años no ha debutado en Navarra ningún pelotari capaz de competir con garantías en el máximo nivel de la pelota a mano, excepto Martija. Pero todos sabemos que no es así. Todos sabemos que en Aspe hay chavales con un gran futuro y un buen técnico, que nos están dando espectáculo y seguramente estarán pronto en la élite. Sin embargo, en la empresa Baiko, después de fichar a los pelotaris navarros con mayor proyección en el campo profesional, se empeñan en mantenerlos en el ostracismo más absoluto, impidiendo su desarrollo como deportistas, privando a los aficionados navarros del espectáculo y del atractivo que supone la transmisión de emociones de esas figuras, llamadas a marcar las diferencias en la próxima década. No tengo ni idea de los motivos, pero ya es casualidad que de los cuatro sancionados, tres sean navarros con gran proyección y de cara al campeonato aparten a otro navarro, que gane o pierda es garantía de espectáculo. Esperamos verlos pronto en activo y que los aficionados, navarros podamos con el tiempo olvidar que ha habido una empresa que no nos ha tenido en cuenta para nada y ha antepuesto sus fobias personales, sin tener en cuenta los daños colaterales en la afición pelotazale, a la cual se le castiga privándole de las aportaciones de estas figuras en el frontón. Una vez redactada la carta, me llega la noticia de que Aspe en un nuevo ejercicio de sensatez empresarial ha sacado del paro a uno de los pelotaris para competir en el parejas. Lo cual no cambia nada, puesto que no se trata de más o menos pelotaris sancionados, sino de la actitud de una empresa, que no se merece ser gestora de una actividad deportiva que entronca como ninguna otra con nuestra idiosincrasia.