Estos comentarios me gustaría que los leyesen los abuelos y abuelas que tienen estas edades. En realidad es un auténtico homenaje para todos nosotros. Mis facultades se han convertido en dificultades. Tengo la suerte de que mis hijos están pendientes de mí. Hace poco sufrí una caída que me dejó también el corazón partido. Es imposible estar con mis amigos de Mendillorri, por eso escribo. Estoy contento porque ya llevo media vacuna puesta y la otra mitad creo que será el día 6 de abril. Es desolador decidirse a salir a la calle y no encontrarse con nadie. Hace poco me encontré con un vecino en el ascensor que casi me mata porque entraba en el ascensor con un cigarro en la mano. Ahora ya advierten en el ascensor “prohibido fumar”. La verdad es que encontrarse con los vecinos en el ascensor es simplemente para comentar el tiempo que hace. Yo tengo la costumbre de preguntar por su familia, por sus hijos, trabajo y demás cosas. Comprendo que la culpa de tantas preguntas la tengo yo. Me sigue asustando estos 88 años. Y llegar a los 90 años en pleno uso de mis facultades sería un premio de Dios, como dirían los creyentes. Yo creo que existen compañeros de esta vida que son un verdadero encanto. Y otros no tanto. Los partidos políticos me aburren soberanamente. Su finalidad se basa solamente en insultarse con todas sus fuerzas. Hace poco un político, creo que del PP, acusaba a nuestro Sánchez del PSOE, indicando que los fallecimientos por esta pandemia se había producido por su culpa. No es que me entusiasme el PSOE, pero el PP es una auténtica desgracia para esta democracia muy limitada que tenemos. Políticamente un saludo a mis amigos de Bildu, con sus hechos republicanos. Ahora existe una campaña recordando la eficacia de mis amigos republicanos. La Iglesia católica ya nos recuerda constantemente que los comunistas y los republicanos son un peligro para todos nosotros. Hace muchos años Francisco López Sanz, director de El Pensamiento Navarro escribía todos los domingos que los comunistas y republicanos eran intrínsicamente perversos. Echar leña al fuego es propio de esta gente. Los partidos de izquierda siempre han tenido más sensibilidad social. Ahora, a mis amigos de Bildu les recuerdan que pertenecían a ETA, cuando ya hace mucho tiempo que ha desaparecido. Vuestro Franco, Hitler y Mussolini estudiaron en el mismo colegio. Vaya tres mosqueteros de los cojones. Por cierto, cuando mataron a Kennedy en Dallas, Franco pidió a los alemanes que los coches que le regalaban no fuesen descapotables. Ya me perdonaréis que mis escritos no sean tan perfectos como quieren los perfectos, pero no olvidaros que tengo 88 años y eso se nota en mis facultades convertidas en dificultades como digo al principio de este escrito.