No resulta fácil desde una posición de jubilada intentar desenmascarar a las empresas farmacéuticas, en concreto Pfizer y Moderna, sobre su única intención lucrativa en un momento extremo como el que nos encontramos la población mundial.He escuchado en un medio que, ante los casos declarados de formación de trombos, mínimos, pero que han originado paralizaciones en la administración de las vacunas y gran alarma social, las farmacéuticas Janssen y AstraZeneca han pedido colaboración a Pfizer y Moderna para su investigación y se han debido de negar. Y me pregunto. ¿Es esta actitud admisible por parte de los poderes y organizaciones internacionales que supuestamente nos tutelan?Necesitamos que gobiernos, OMS, instituciones y otros poderes económicos no miren para otro lado ante esa insolidaria actitud. Que la inteligencia y la generosidad que pueda haber en los estamentos que puedan ejercerla se pongan en marcha al unísono y no acepten lo que manifiestamente es inaceptable.Todos y todo está en juego, y las citadas farmacéuticas también.