En un escrito anterior sobre el mismo tema me refería a grupos invariables de palabras latinas, inferiores a la oración sintáctica, pero con sentido completo dentro de ella. Su uso culto en los niveles literario, científico-técnico, jurídico y demás, perdura en numeras expresiones fijas que, siendo de empleo común en lecciones magistrales, conferencias académicas, discursos de políticos y publicaciones, son muy raros en la conversación corriente, pues, en la mayoría de los casos, resultan impropios o pedantescos. Una solución para resolver esa injerencia de vocablos consistiría en tener especial cuidado al usarlos o buscar vías expresivas sustitutorias en las que cada hablante, dentro de su propio idioma, se sintiera más versado para designar la misma idea, ya que tales locuciones hay que tomarlas como están por ser intrasladables a otra lengua. He aquí, por tanto, una corta relación de casos con alguna malformación sufrida a lo largo del tiempo, más la necesaria rectificación. 1) Se dice o se escribe: in eternum; error: supresión de "a"; debe decirse o escribirse: in aeternum; debe traducirse: para siempre. 2) Se dice o se escribe: en extremis; error: cambio de "in" por "en"; debe decirse o escribirse: in extremis; debe traducirse: en último extremo.3) Se dice o se escribe: in sito; error: cambio de "u" por "o"; debe decirse o escribirse: in situ; debe traducirse: en el mismo lugar.4) Se dice o se escribe: intelligente pauca; error: cambio de caso latino; debe decirse o escribirse: intelligenti pauca; debe traducirse: al inteligente, con poco le basta.5) Se dice o se escribe: manu militare; error: cambio de "i" por "e"; debe decirse o escribirse: manu militari; debe traducirse: por las armas. Como conclusión, un ejemplo similar en español para hacer más perceptible lo comentado en líneas precedentes; se dice o se escribe: nos sentamos "en" la mesa para comer; debe decirse o escribirse: nos sentamos "a" la mesa para comer.