Todo cambia, y si analizamos las letras de las canciones que escuchamos hoy, son para salir corriendo, por su agresividad, sobre todo, quizás porque están acorde con el tiempo que vivimos, donde la convivencia es cada vez más complicada. Aquellas canciones de antaño, románticas en su mayoría, de hay que vivir el momento, que nos importa el pasado y hoy tenemos tiempo, y tal vez mañana ya no vuelva la ocasión. O recordar aquellos ojos verdes serenos como un lago. Tuyo es mi corazón, amor de mi querer. Solamente una vez se ama en la vida. Mi vida Mª Elena, la embelleces tú. Cuando te haga falta una ilusión, háblame; y tantas y tantas otras que nos transmitían sosiego y romanticismo. Hoy por el contrario asustan, como por ejemplo una que dice: ¡dame las llaves de la moto! Y otra que dice ¡sin pijama! Una llamada a los compositores actuales: sean románticos y ya verán como ganan el concurso de Eurovisión.