El club deportivo decano de mi pueblo va a ser centenario el año 2022. Actualmente está constituido por ocho secciones, y así, lo integran futbolistas y futbolistos, atletas y atletos, balonmanistas y balonmanistos, tenistas y tenistos, pelotaris, mendizales, ciclistas y gimnastas. No hay ciclistos ni gimnastos porque las secciones de ciclismo y gimnasia rítmica, en un claro ejemplo de discriminación positiva, son exclusivamente femeninas y los aficionados al ciclismo tienen cerradas las puertas. Por contra, en el resto de secciones el número de chicos y chicas es más o menos parejo porque se ha logrado, no sin ímprobos esfuerzos, que en todas las categorías haya tantos equipos masculinos como femeninos. Esta proporcionalidad en el número de deportistas, sin embargo, no se ve correspondida en el grupo de colaboradores que con su altruismo fomentan el deporte entre la juventud.Al igual que en los tiempos del servicio militar en los que solo los varones (otro ejemplo de discriminación) malgastaban más de un año de su vida, en los cargos directivos de los clubes la presencia de la mujer ha sido siempre testimonial; solo los hombres han tirado del carro dedicando muchas horas en desempeñar una gran labor social. Inmersos en tiempos de igualdad de género, sería también deseable un reparto equitativo en este tipo de tareas y más en esta época en la que cada vez hay más papeleo y burocracia impuesta por las instituciones. Creo que todo el mundo vería con muy buenos ojos más presidentas al frente de entidades deportivas como es el caso de la Sociedad Deportiva Eibar, que no por casualidad es uno de los clubes punteros mejor gestionados. En el seno de nuestro club también deseamos una presidenta, así que presenten sus candidaturas ustedas también. ¡Anímense!